Cómo mantener tu piel sana e hidratada

El verano ya comenzó y el sol está más intenso que nunca. Por lo mismo es de suma importancia el cuidado que le damos al órgano más extenso de nuestro cuerpo, la piel.
Solo 5-10 minutos al sol ayudan a que nuestro organismo metabolice la vitamina D que necesitamos, la cual se encarga de promover el crecimiento, mineralización de los huesos y aumentar la absorción intestinal de calcio. Sin embargo, la exposición prolongada es abrasiva para la piel. Además, con el sudor se genera humedad, haciéndola más vulnerable a infecciones.
La piel es nuestra principal barrera de defensa de agentes externos, nos protege y regula la temperatura corporal. La melanina es un pigmento oscuro que se encuentra en algunas células y produce la coloración de la epidermis, pelo y ojos, también sirve como defensa contra los rayos ultravioleta, los que pueden dañar las células de la piel, causando manchas y arrugas y en casos más severos derivar en cáncer.
Si quieres tener una apariencia saludable y no envejecer tan rápido, aquí te dejo los tips:
- Evita exponerte al sol en forma prolongada entre las 10 a 16 hrs, porque los rayos UV son más fuertes en ese horario.

- Si el pronóstico del día tiene un índice UV igual o mayor a 3, entonces debes usar protector solar y caminar por la sombra cada vez que puedas.
- El protector solar funciona siempre y cuando su factor de protección sea igual o superior a 30 y si lo aplicas cada dos horas, antes y después de entrenar o jugar.
- La ropa holgada y con tejido tupido te cubre de la radiación.
- Los sombreros de ala ancha cubren orejas, cara, cuello y hombros. Los lentes de sol no pueden faltar, fíjate que tengan protección para los rayos UVA y UVB, ¡Busca unos con estilo!
- Los niños y abuelos son más vulnerables porque su piel es más delgada y delicada, por lo que siempre será mejor evitar la exposición al sol en las horas de alto riesgo.
- Cuando entrenes, elige hacerlo antes de las 10 de la mañana o posterior a las 18 hrs, así proteges tu piel y reduces la deshidratación.
- Bebe por lo menos dos litros de agua por día, la hidratación comienza de adentro hacia afuera.

Entonces, ya tomaste sol y debes darle cariño a tu piel, además así podrás mantener el bronceado de forma saludable.
- Al terminar el día de paseo, piscina o playa, toma una ducha y usa un gel o jabón de pH neutro, eliminarás impurezas como el cloro, arena, sal del mar y células muertas.
- Utiliza máscaras hidratantes, cremas líquidas o aceites nutritivos que van a ayudar a que tu piel se mantenga fresca, suave y tonificada.
- También existen soluciones naturales, usando láminas de aloe vera, papaya o agua de caléndula, podrás regenerar e hidratar profundamente tu dermis y epidermis. Aplicando láminas de papa (camote) reducirás la sensación de calor y ardor.
Ahora que sabes un poco más sobre cómo proteger tu piel, no esperes y hazlo. Más vale prevenir que lamentar.